¡Hola-la dolces!
Volvemos a fugarnos a Thailandia para degustar estas riquísimas costillas agridulces. La receta forma parte de uno de los libros que conseguí comprar allí en nuestra luna de miel. El libro se llama «The Best of Thai Cuisine» y nos ofrece los mejores platos y más típicos del país. He realizado algunas pequeñas modificaciones a la receta original en cuanto a cantidades y he eliminado o sustituido algunos ingredientes. Para acompañar estas deliciosas costillas, he preparado un poco de arroz jazmín al vapor.
Ingredientes para 4 personas:
800g de costillas de cerdo partidas, aceite de girasol, 1 pimiento rojo grande, 4 rodajas de piña en su jugo partida en daditos, 1 cebolla grande, 50 g de jengibre molido, 50 g de harina de maíz, 150 ml de agua
Para el marinado: 90 ml de soja, 90 ml de vino blanco, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharadita de jengibre molido, 1 cucharadita de pimienta negra molida,30g de harina de maíz, 1 cucharada de aceite de girasol
Para la salsa agridulce: 60 g de ketchup, media cucharadita de jengibre molido, 80 ml de vinagre, ,1 cucharada de azúcar, media cucharadita de sal, media cucharadita de pimienta negra molida, 300 ml de caldo de pollo
¡Manos limpias y a cocinar!
Lo primero que haremos es poner a macerar las costillas en un bol amplio con todos los ingredientes del marinado, las impregnamos bien, tapamos y dejamos en la nevera toda la noche o si no tenéis tanto tiempo, al menos 2/3 horas.
Por otro lado, mezclamos todos los ingredientes de la salsa agridulce y reservamos.
Doramos las costillas en una sartén y cuando las tengamos listas, las reservamos. Limpiamos un poco la sartén y colocamos un poco de aceite de girasol. Salteamos el pimiento rojo cortado en tiras, la cebolla cortada en gajos y dos rodajas de piña durante unos minutos. Con la verdura aún crujiente, añadimos la salsa agridulce, mezclamos el agua tibia con el harina,la disolvemos y agregamos también. Por último incorporamos las costillas y el jengibre molido. Dejaremos cocer a fuego medio durante unos 20 minutos. Servimos y adornamos con el resto de piña que nos quedaba y si queremos con un poco más de cebolla cruda.
¡Disfrutad del finde, besos y abrazos very very dolces!