¡Hola de nuevo amigos!

Tengo que pedir perdón por mi ausencia, pero he tenido unas vacaciones  familiares que me han tenido absorbida. Pero, este mismo viaje, va a ser el culpable de que inaugure nueva sección en el Blog: “Mesa para dos”, en el cual os iré comentando lo que me ha parecido el sitio al que haya ido a cenar/comer…etc.

No hemos podido hacer muchas escapadas esta vez, de hecho, no he podido ir a uno de mis sitios favoritos  a comer  y con el que quería empezar la sección, pero pronto vuelvo a Tenerife y espero poder hacerlo.

El sitio al que fuimos a cenar mi acompañante y yo fue al Restaurante Italiano “Da Canio” en La Orotava (Tenerife), ya lo conocía de otras veces.

Nada más sentarnos, un camarero nos recibe con bollos, mantequilla y Torciglioni. La sugerencia del Chef  es “Mixto Mario”, una especie de plato mixto de pastas, le pedimos tiempo para hojear la más que extensa carta (de las cosas que más me  gusta de este sitio).

Finalmente, el entrante que elegimos fue Mozarella frita con mermelada de arándanos. Fue una pena, porque la hicieron poco y el sabor dejaba mucho que desear ya que parece que la habían frito en un aceite de 1000 fritos  anteriores.

Y llegaron los platos fuertes y las raciones generosas (otra de las ventajas de este lugar), de ahí que se puedan pedir media ración; para mi acompañante: Mixto Mario, un desfile de pastas entre Oriechette con solomillo, tomate, setas…, Corazones Da Canio con bacon, gambas…, y Panzerotti.

Yo pedí el Mixto de la casa compuesto de: Orichiette carbonara, Panzerotti mamma Rosa (jamón, nata…) y Papardelle con nata, champiñones y gambas.

Todas las salsas y las pastas estaban en su punto y muy jugosas y sabrosas por lo que nos encantó, pero no hubo manera de poder con los platos y quería reservar un pequeño hueco al Tiramisú casero que tuvimos que compartir mi acompañante y yo.

Tiramisú que en un intento por adornarlo con nata montada estropearon y recargaron para mi gusto en la decoración…al igual que creo que le faltaba un poco de consistencia, se podía comer, pero no era nada extraordinario.

Un par de refrescos y una botella de agua sin gas grande, cerraron la cuenta de 45 euros.

Valoración general: 5,5
A favor: La extensa carta, platos abundantes, precio y amabilidad del servicio.
En contra: El mantel estaba muy arrugado, la música no era apropiada, el entrante y el postre no nos gustó.