Massart, de las Mejores Pizzas de Madrid
¡Hola-la dolces!
La semana pasada tuvimos la suerte de poder conocer el que a día de hoy se ha convertido en nuestro rincón favorito para tomar pizzas caseras artesanas de calidad en Madrid: Massart.
Además compartimos un ratito con los fundadores que cuentan con un restaurante en Moncloa y acaban de abrir hace muy poquito en Goya, allí es donde estuvimos.
Gilles y Nicolás son los hermanos y creadores de todo este universo. Dos hermanos belgas que acabaron en España y que renunciaron a sus estudios/trabajos para buscar algo que les moviese de verdad:
«Yo estudié Económicas, pero no me veía atrapado en un ordenador todo el día, sentado…necesitaba algo con más ritmo, algo que me moviese y que me gustase de verdad. Siempre me ha encantado cocinar, y disfruto comiendo por lo que le dije a mi hermano: ¿Por qué no montamos un local? y así empezó esta andadura». (Gilles)
Comenzaron montando un pequeño negocio en los bajos de Moncloa donde sólo servían pizzas y ensaladas. Funcionó tan bien que enseguida montaron su primer gran local, luego vino Goya y quién sabe si llegará algo más.
Lo más importante de los hermanos Massart y la clave de su éxito radica en que todo pasa por sus manos. Ellos diseñan los platos, están pendiente de las decoraciones, cada producto, de cada detalle para que no pierda ni una pizca de su firma y su cariño.
Y te preguntarás…¿unos belgas haciendo pizzas italianas? la razón es muy sencilla y también la sabemos:
«En la zona de Bélgica donde vivíamos había muchos inmigrantes italianos que abrieron cientos de restaurantes por lo que conocíamos más que bien su cocina y nos apasionaba desde siempre, además vimos que en Madrid cuando empezamos en 2009 las pizzas artesanas italianas de verdad no estaban muy explotadas por lo que vimos un nicho de mercado importante ahí que cubrir».
Respecto a la cocina, miman cada plato y la calidad es excelente porque como nos decía Gilles:
«Yo quiero que en mi restaurante se coma como a mí me gustaría comer cuando voy a comer por ahí, quiero calidad y quiero que mis pizzas tengan cantidad también. A veces vas a comer pizzas y te ponen dos láminas de champiñones y nosotros no queríamos eso».
También nos contaron que estuvieron durante meses probando harinas y al final eligieron una harina que traen especialmente desde Roma. También dedican a la masa dos días de fermentación por lo que hace de ella una masa súper manejable y súper aireada y ligera con un sabor inconfundible.
El horno es muy importante para ellos: «Queríamos el horno clásico para pizzas, pero por problemas logísticos nos era imposible que fuese de leña. Por suerte conseguimos un horno que trabaja como los hornos de leña, pero de gas con el que conseguimos un cocinado uniforme y unas pizzas rápidas y de calidad».
Y todo eso que nos contaron te lo crees cuando los ves trabajar codo con codo con los obreros que estaban por el local haciendo modificaciones, cuando pruebas la comida y te das cuenta del trabajo que hay detrás y que todo ello merece la pena.
EL LOCAL
Al llegar al local, creerás que es un local pequeño, pero no sabes el tesoro que esconde en sus adentros. Si sigues hasta el final verás el jardín secreto que esconde en su interior.
Eso mezclado con una decoración de estilo industrial y moderno hacen del local un sitio único.
LA CARTA
Precisa y con lo justo. Como siempre se dice, mejor una carta corta y que todo esté bien hecho que una carta larguísima y que nada valga la pena.
Tienen varios entrantes, entre ellos unas croquetas de paleta ibérica que los propios hermanos se encargaron de pulir al detalle la receta. Ensaladas, un par de platos de pasta y el centro de todo: las pizzas: desde las clásicas hasta una selección gourmet.
Para los postres tartas, todas recetas de su madre como nos contaban.
NUESTRA ELECCIÓN
Reconocemos que nos pudo el ansía, hubiésemos pedido muchas más cosas porque queríamos probar todo, pero por suerte volveremos.
Finalmente elegimos el provolone horneado con cherrys y con pan horneado.
La ensalada de pasta con pesto verde e ibérico.
La pizza Massart y la Tartufo.
Todo estaba exquisito, se nota la calidad y el buen hacer en cada plato, pero si me tengo que quedar con algo es con la pizza Massart. El sabor y la cremosidad que le aporta la crema de Gorgonzola que es súper sutil la hace única.
Para finalizar un tiramisú para compartir que era súper suave y delicado. Gilles nos contó uno de los ingredientes secretos, pero no queremos desvelarlo, os invitamos a que lo averigüéis vosotros. 🙂
Queremos dar las gracias a todo el equipo Massart por tratarnos tan bien. Ya estamos pensando en el próximo asalto porque ya somos #massartlovers .
¡Gracias por estar aquí y por cierto, ¡Feliz Halloween dolces!.
Un abrazo very dolce.
(Esto es una colaboración entre el restaurante y el equipo de La Dolce Gula, pero las valoraciones siempre son totalmente reales y sinceras sin tener en cuenta dicha colaboración ).
M.
Debe estar conectado para enviar un comentario.